domingo, 15 de septiembre de 2019

DOMINGO XXIV T.O. (C)


Introducción al evangelio
-Textos:

       -Ex 32, 7-11.13-14
       -Sal 50, 3-4. 12-13. 17-19
       -1 Tim 1, 12-17
       -Lc 15, 1-32

Celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha resucitado; estaba perdido y lo hemos encontrado”.

Vamos a escuchar la página más representativa y original del evangelio de Lucas, pero además la más reveladora y característica del evangelio de Jesús. En ella Lucas ha recogido lo más novedoso y también lo más esencial de la imagen que Jesús conocía y quería revelar a los hombres sobre su Padre Dios.

Lucas nos cuenta tres parábolas que predicó Jesús a las gentes. Las tres nos retratan a Dios, nos traen la buena noticia del Dios de Jesús, el Padre Dios, que Jesús vivía y conocía por ser su Hijo.

La tercera parábola además, la que llamamos del Hijo pródigo, retrata a dos tipos de hombres tal como se sitúan ante Dios y ante sí mismos. Cómo entiende cada uno a Dios y cómo plantean su vida y su relación personal ante Dios.

Vamos a escuchar esta preciosa enseñanza, contada por Lucas y salida de los labios de Jesús, preguntándonos: ¿Cómo es Dios? ¿Cómo me sitúo yo ante Dios? ¿Cómo es la imagen de Dios que subyace en mí y condiciona mi vida?

¡Escuchad!