El monasterio hoy


La comunidad continúa el ORA et LABORA de la orden Benedictina en el nuevo monasterio emplazado en Alzuza en las proximidades de Pamplona.
Cada día, cuando suena el toque de despierte a las 6 de la mañana, es una llamada a espabilar el oído del corazón para escuchar la voz de Dios en la oración del Oficio de Lecturas. Es el primer momento para tomar contacto, para salir al encuentro de la Palabra y dejarse interpelar por ella. En la profundidad de la oración, en la Lectio Divina, el corazón va alcanzando madurez y se va haciendo más paciente. En medio de tantas voces que distraen, «escuchar» será la tónica durante toda la jornada, que esta salpicada por distintos momentos de oración litúrgica, armonizada en gran medida por la belleza del canto gregoriano: Laudes, Sexta, Vísperas y Completas al final del día. La oración privada tiene su espacio tanto por la mañana como por la tarde. Aprender a escuchar a Dios que habla es sinónimo de aprender a obedecer en la respuesta a un Dios que salva.
Como leemos en el profeta Isaías, «los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas…». Para ello, el momento de la Eucaristía, celebrada en comunidad, es el momento cumbre de encuentro y comunión con Jesucristo, que es camino, verdad y vida, y en Él también encuentro y comunión con las hermanas y toda la humanidad.
La presencia y el reencuentro con Dios se da también en otros momentos de la jornada como en las horas dedicadas al estudio y al trabajo. El estudio, con el objetivo de lograr una formación para la vida monástica y nuestra misión en la Iglesia. El trabajo, ante todo, lo vivimos como prolongación y participación activa en la obra de Dios que contribuye, además, a nuestro sustento diario. Cuenta también el aspecto de ascesis, de entrega y servicio fraterno que trae aparejado todo trabajo.
Nuestro horario nos reserva los espacios comunitarios para dialogar y recrearnos, para encontrarnos compartiendo la fe, abiertas a la escucha de la Palabra de Dios. Buscamos de esta manera discernir juntas los signos de Dios y su voluntad en los acontecimientos de la vida.