Los ojos del Señor observan,
sus pupilas examinan a los hombres.
Salmo de confianza
Tema
El salmista tiene su confianza puesta en Dios aún en medio de la mayor oscuridad. La fuerza de la fe le lleva adelante. Todo el tema del salmo está contenido en estas primeras palabras: “Al Señor me acojo”. No necesita huir a ninguna parte.
1: Confianza del justo y el consejo del amigo: que se escape.
2-3: Ataque del enemigo contra el salmista
4-6: Dios lo ve todo y ha castigado al malvado.
7: La confianza del necesitado se apoya en la bondad de Dios.
Salmo
1 Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
“Escapa como un pájaro al monte,
2 porque los malvados tensan el arco,
ajustan la saeta a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
3 Cuando fallan los cimientos,
¿Qué podrá hacer el justo?”
4 Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo:
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
5 El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
6 Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
7 Porque el Señor es justo y ama la justicia:
y los buenos verán su rostro.
Palabras clave
- Confianza: Al Señor me acojo (1), verán el rostro del Señor (7).
- Actuación del enemigo: Tensan el arco (2), ajustan la saeta a la cuerda (2), disparar en la sombra (2).
- Actuación de Dios: Sus ojos están observando (4), examina a los hombres (4), examina a inocentes y culpables (5), al que ama la violencia él lo odia.
- Castigo: Ascuas (6), azufre (6), viento huracanado (6).
La luz del Nuevo Testamento
¡“Cuando se acerca la hora, o cuando ya ha llegado, cuando os dispersaréis cada uno por su lado dejándome solo! Aunque yo no estoy solo, está conmigo el Padre. ” (Jn 16, 32).
“¿Por qué sois cobardes? ¡Qué poca fe!” (Mt 8, 26).
“Todo el que nace de Dios, vence al mundo, y ésta es la victoria que ha derrotado al mundo: nuestra fe” (1 Jn 5, 4).
Oración
Dios que amas la verdad.
Ves a buenos y malos.
Fortalece nuestra fe en ti;
para que en la andadura de este mundo
encontremos en ti nuestra tranquilidad,
y después veamos eternamente tu rostro.