Salmo 127 (126)

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles.
Salmo sapiencial. De confianza.
El octavo de los salmos de subida.


Tema


Este salmo nos trae una enseñanza para el diario vivir. Hay que escucharlo como palabra de Dios. Podemos hacer casas, inventar trabajos, organizar la familia. Pero sin la ayuda de Dios el trabajo del hombre quedará en nada. Incluso para la extensión del Reino de Dios, sin la ayuda del Espíritu de Jesucristo, no podemos hacer nada.
1-2: Da a conocer tres tareas importantes para la vida del hombre: construir la casa (1), cuidar el pueblo (1), conseguir el pan (2). Por encima del trabajo del hombre, es necesaria la ayuda de Dios para llevar a buen fin lo comenzado.
3-5: El tener muchos hijos, es también don de Dios. Los hijos son la dicha y el amparo de los padres, sobre todo en los litigios del pueblo.

Salmo


1 Si el Señor no construye la casa,
   en vano se cansan los albañiles;
   si el Señor no guarda la ciudad,
   en vano vigilan los centinelas.

2 Es inútil que madruguéis,
   que veléis hasta muy tarde,
   que comáis el pan de vuestros sudores:
  ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

3 La herencia que da el Señor son los hijos;
   su salario el fruto del vientre:

4 son saetas en mano de un guerrero
   los hijos de la juventud;

5 dichoso el hombre que llena
   con ellas su aljaba:
   no quedará derrotado cuando litigue
   con su adversario en la plaza.

Palabras clave


- Los trabajos del hombre sin la ayuda de Dios: En vano (1.2).
- El trabajo de Dios; El Señor da el pan a sus amigos (2), la herencia que da el Señor son los hijos (3).

La luz del Nuevo Testamento


“El que me envió está conmigo; nunca me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él” (Jn 8, 29).
“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que sigue conmigo y yo con él es quien da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5).
“Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer; por tanto, ni el que planta significa nada, ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. Nosotros trabajamos juntos para Dios; labranza de Dios, edificio de Dios sois vosotros” (1 Cor 3, 7.9).

Oración


Señor Dios,
Tú lo puedes todo.
En nuestros trabajos de cada día
andamos de pies a cabeza muchas veces,
como si todo dependiera de nosotros.
Concédenos, te lo suplicamos, la luz para conocer
que Tú estás siempre entre nosotros,
y para celebrar diariamente
con un corazón dilatado,
tu presencia entre nosotros.