Antiguas compuertas,
alzad los dinteles,
va entrar el rey de la Gloria
Una enseñanza moral para la vida.
En ambiente de liturgia
Tema
Este salmo, tal como se encuentra en la actualidad, parece que se trata de un himno de las peregrinaciones de los israelitas, para la celebración litúrgica en el atrio del templo. Consta de tres partes, unidas a lo largo de los años.
1-2: Himno a Dios creador.
3-6: En el atrio del templo, los peregrinos preguntan al sacerdote qué necesitan para estar en el templo (3). El sacerdote les dice las condiciones necesarias (4-5). Los peregrinos acogen lo indicado por el sacerdote (6).
7-10: Himno que celebra la victoria de Dios rey. El motivo de este himno es el traslado solemne del Arca de la Alianza a Jerusalén por David (2 Sm 5, 7-9; 6, 12-19).
Salmo
1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe, y todos sus habitantes:
2 él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
3 ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
4 El hombre de manos inocentes,
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
5 Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
6 Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
7 ¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la Gloria
8 ¿Quién es ese Rey de la Gloria?
El Señor, héroe valeroso
el Señor, héroe de la guerra.
9 Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la Gloria.
10 Quién es ese Rey de la Gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos
Palabras clave
- El universo: La tierra (1), la tierra y cuanto la llena (1), el orbe (1), todos sus habitantes (1), los mares (2), los ríos (2).
- Sión: Monte del Señor (3), recinto sacro (3), portones (7.9), antiguas compuertas (7.9).
- Condiciones para entrar: Manos inocentes (4), puro corazón, no confía en ídolos (4), ni jura en falso (4).
- Dios: Rey de la Gloria (7.8.10), el Señor, héroe valeroso (8), el Señor, Dios de los ejércitos (10).
La luz del Nuevo Testamento
“¡Bendito el que viene como rey en nombre del Señor!” (Lc 19, 38)
“Ninguno de los jefes de este mundo ha llegado a conocerlo; si lo hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria” (1 Cor 2, 8).
“Gracias a El unos y otros, por un mismo Espíritu, tenemos acceso al Padre (Ef 2,18).
Oración
Oh Dios, dueño de la tierra y de sus habitantes,
has alzado los portones,
para recibir a tu Hijo Jesucristo
en la gloria del cielo.
Abre también las puertas de nuestros corazones
para que entre Cristo en ellos,
y pueda vivir como Rey.
