Has puesto en mi corazón
mucha alegría
Salmo de confianza.
Tema
Oración del que ha puesto en Dios su confianza.
2: Llama a Dios pidiendo ayuda. Anteriormente ha recibido ayuda de Dios.
3-6: Habla a los hombres que no tienen la confianza como él.
7-8: El salmista reflexiona para sí, meditando la opinión de los incrédulos. Manifiesta su experiencia ante el Señor: el gozo interior.
9: Las consecuencias de su confianza en Dios.
Salmo
2 Escúchame cuando te invoco, Dios defensor mío,
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
3 Y vosotros, ¿hasta cuando ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad, y buscaréis el engaño?
4 Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
5 Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
6 ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.
7 Hay muchos que dicen: “¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?”.
8 Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundará en trigo y en vino.
9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.
Palabras clave
- Los hombres: Escúchame cuando te invoco (2.4).
- Dios: En el aprieto me diste anchura (2), hizo milagros (4), has puesto en mi corazón más alegría (8), me haces vivir tranquilo (9).
- Llamamiento: Temblad (5), reflexionad (5), confiad en el Señor (6).
- Los cambios que implica la confianza: En el aprieto (2), la paz (9).
La Luz del Nuevo Testamento:
“Gracias; Padre, por haberme escuchado. Yo sé que siempre me escuchas; lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado” (Jn 11, 41-42).
“Tranquilizaos, pequeño rebaño, que es decisión de vuestro Padre reinar de hecho sobre vosotros” (Lc 12, 32).
“Si Dios está a favor nuestro, ¿quién podrá estar en contra? Aquel que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, ¿cómo es posible que con él no nos lo regale todo?” (Rom 8, 31-32).
Oración
Padre todo poderoso,
escuchaste la oración de Cristo
cuando acudió a ti en el aprieto,
y realizaste obras admirables a su favor.
Envíanos la luz de tu rostro,
sácianos con tu felicidad en nuestras fatigas
para que vivamos en completa paz
con la tranquilidad interior.
