Salmo 59 (58)

Que tu favor se adelante, oh Dios.
Salmo de súplica. Individual.
Contiene expresiones duras.

Tema


Un hombre justo acude a Dios pidiendo ayuda contra los enemigos sanguinarios. A semejanza de los salmos de este estilo, también en éste renovamos la oración y la victoria de Cristo en su pasión. También hoy la Iglesia, unida a Cristo, debe proseguir su lucha a favor del reino de Dios.
  2-3: Súplica a Dios pidiendo ayuda.
  4-5: Se menciona la actuación de los enemigos. El salmista es inocente.
  6: Súplica a Dios para que juzgue a los enemigos.
  7-8: Da cuenta de la actuación de los enemigos.
  9-11: El salmista confía en Dios.
12-14: Que Dios juzgue a los enemigos.
15-16: La actuación de los enemigos.
17-18: Acción de gracias.

Salmo


  2 Líbrame de mi enemigo, Dios mío,
     protégeme de mis agresores;

  3 líbrame de los malhechores,
     sálvame de los hombres sanguinarios.

  4 Mira que me están acechando,
     y me acosan los poderosos.
     Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,

  5 sin culpa mía, avanzan para acometerme.
     Despierta, ven a mi encuentro, mira:

  6 tú, el Señor de los Ejércitos,
     el Dios de Israel.
     Levántate y castiga a las naciones,
     no tengas piedad de los traidores.

  7 Vuelven por la tarde, ladrando como perros,
     y vagan por la ciudad:

  8 mira como sueltan la lengua,
     sus labios son puñales:
     «¿Quién nos oye?».

  9 Pero tú, Señor, te ríes de ellos,
     haces burla de los arrogantes.

10 Estoy velando contigo, fuerza mía,
     porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;

11 que tu favor se adelante, oh Dios,
     y me haga ver la derrota del enemigo.

12 Dales muerte, Dios mío,
     para que mi pueblo no se olvide;
     dispérsalos y derríbalos con tu potencia,
     Señor, escudo nuestro.

13 Cada palabra de sus labios
     es un pecado de su boca;
     queden prendidos en su arrogancia,
     en las mentiras y maldiciones que profieren.

14 Que tu cólera los acabe,
     que los acabe y no dejen rastro:
     para que se sepa que Dios gobierna en Jacob
     y hasta el confín de la tierra.

15 Vuelven por la tarde ladrando como perros,
     y vagan por la ciudad:

16 dan vueltas buscando comida,
     y hasta que no se hartan, van gruñendo.

17 Pero yo cantaré tu fuerza,
     por la mañana aclamaré tu misericordia;
     porque has sido mi alcázar
     y mi refugio en el peligro.

18 Y tañeré en tu honor, fuerza mía,
     porque tú, oh Dios, eres mi alcázar.

Palabras clave


- La fuerza de Dios: Te ríes de ellos (9), haces burla de los arrogantes (9), fuerza mía (10), dispérsalos con tu potencia (12), cantaré tu fuerza (17), eres mi alcázar (10), Señor, escudo nuestro (12), mi alcázar (17.18) , mi refugio (17).
- Enemigos: Malhechores (3), sanguinarios (3), me están acechando (4), me acosan los poderosos (4), traidores (6), arrogancia, mentiras y maldiciones (13).
- Salvación: Líbrame de mi enemigo (2.3), protégeme (2), sálvame (3), levántate (6), tu favor se adelante (11), me haga ver la derrota (11).

La luz del Nuevo Testamento


“Se le apareció un ángel del cielo, que lo animaba. Al entrarle la angustia se puso a orar con más insistencia. Le chorreaba hasta el suelo un sudor como goterones de sangre” (Lc 22, 43-44).
“Estad alegres en proporción a los sufrimientos que compartís con Cristo; así también cuando se revele su gloria, desbordaréis de alegría. Si os escarnecen por ser cristianos, dichosos vosotros; eso indica que el Espíritu de la gloria, que es el de Dios, reposa sobre vosotros” (1 Pe 4, 13-14).
“Fuera los perros, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todo amigo de cometer fraudes” (Ap 22, 15).

Oración


Señor, fuerza y salvación nuestra.
Resucitándolo de entre los muertos,
has liberado a tu Hijo Jesucristo.
Mira nuestra desgracia y angustia,
sal a nuestro encuentro,
acompáñanos con tu gracia,
y proclamaremos tu bondad
por siempre.