Salmo 79 (78)

Líbranos y perdona nuestros pecados,
por el honor de tu nombre
Salmo de petición. Colectivo.
De confianza.

Tema


La población de Jerusalén está destrozada, y el templo profanado. Al parecer, estamos ante la ruina ocurrida en 587. El pueblo entero acude a Dios pidiendo ayuda. Para ello, el pueblo reconoce sus pecados. Del mismo modo, si el pueblo quedase sometido a los extranjeros, se perdería el nombre de Dios.
  1-4: Da cuenta de la destrucción de Jerusalén: la población destruida, el templo profanado y los cadáveres sin sepultarlos.
  5: Pregunta angustiosa a Dios.
  6-7: El pueblo pide el juicio de Dios contra los enemigos.
  8-9: El pueblo pide ayuda a Dios y el perdón de sus pecados.
10-12: Los extranjeros tendrían de qué hablar, si Dios abandona a su pueblo de esa forma bajo el poder de los enemigos. El buen nombre de Dios corre un riesgo.
13: Acción de gracias.

Salmo


  1 Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,
     han profanado tu santo templo,
     han reducido Jerusalén a ruinas;

  2 echaron los cadáveres de tus siervos
     en pasto a las aves del cielo,
     y la carne de tus fieles
     a las fieras de la tierra.

  3 Derramaron su sangre como agua
     en torno a Jerusalén,
     y nadie la enterraba.

  4 Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,
     la irrisión y la burla de los que nos rodean.

  5 ¿Hasta cuándo, Señor?
     ¿Vas a estar siempre enojado?
     ¿Arderá como el fuego tu cólera?

  6 Derrama tu furor
     sobre los pueblos que no te reconocen,
     sobre los reyes que no invocan tu nombre:

  7 porque han devorado a Jacob,
     han asolado sus casas.

  8 No recuerdes contra nosotros
     las culpas de nuestros padres;
     que tu compasión nos alcance pronto,
     pues estamos agotados.

  9 Socórrenos Dios salvador nuestro,
     por el honor de tu nombre;
     líbranos y perdona nuestros pecados,
     a causa de tu nombre.

10 ¿Por qué han de decir los gentiles:
     «Dónde está su Dios”?
     Que a nuestra vista conozcan los gentiles la venganza
     de la sangre de tus siervos derramada.

11 Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
     con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte;

12 y a nuestros vecinos págales siete veces
     la afrenta con que te afrentaron, Señor.

13 Mientras, nosotros, pueblo tuyo,
     ovejas de tu rebaño,
     te daremos gracias siempre,
     contaremos tus alabanzas de generación en generación.

Palabras clave


- La actuación de los extranjeros: Los gentiles han entrado en tu heredad (1), han profanado tu santo templo (1), han reducido Jerusalén a ruinas (1), derramaron su sangre como agua (3), han devorado a Jacob (7), han asolado sus casas (7).
- Salvación: Que tu compasión nos alcance pronto (8), socórrenos, Dios salvador nuestro (9), líbranos y perdona nuestros pecados (9), llegue a tu presencia el gemido del cautivo (11), con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte (11).
- Acción de gracias: Te daremos gracias siempre (13), contaremos tus alabanzas de generación en generación (13).

 

La luz del Nuevo Testamento


“Al acercarse y ver la ciudad, dijo llorando: ¡Si también tú comprendieras en este día lo que te lleva a la paz! Pero no, no tienes ojos para verlo. Y la prueba es que va a llegar un día en que tus enemigos te rodeen de trincheras, te sitien, aprieten el cerco, te arrasen con tus hijos dentro, y no dejen piedra sobre piedra, porque no reconociste la oportunidad que Dios te daba” (Lc 19, 41-44).
“Tú, el soberano, el santo y leal, ¿para cuándo dejas el juicio de los habitantes de la tierra y la venganza de nuestra sangre? (Ap 6, 10).
“Y del trono salió una voz que decía: ¡Alabad a nuestro Dios todos sus siervos todos sus fieles, pequeños y grandes”! (Ap 19, 5).

Oración


Señor Dios nuestro,
llegue hasta ti nuestro grito.
Acuérdate, Señor, de los que viven en desgracia:
solos y sin esperanza por ningún lado,
oprimidos y sin alegría,
de los que viven enfermos
y sin ninguna ayuda.
Llegue pronto hasta nosotros tu misericordia,
y extenderemos tu alabanza de generación en generación.