Ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó.
Salmo de súplica. Colectivo.
Tema
El pueblo se encuentra en una gran desgracia, como consecuencia de un ataque del enemigo. Es difícil precisar a qué batalla se refiere. Este salmo tiene en cuenta sobre todo a las tribus del norte. El pueblo entero pide la ayuda de Dios pues es el pastor (2), y viñador de Israel. La repetición del estribillo da el tema del salmo (4.18.20). Este salmo utiliza la imagen de la viña para expresar la realidad del pueblo de Dios. A pesar de haber dedicado muchos cuidados a la viña, Dios no ha obtenido el buen fruto esperado (Is 5, 1-17) Cristo es la verdadera vid, y el que dio el fruto deseado por el Padre (Mt 26, 27-28). Este salmo, debemos rezarlo unidos a Cristo.
1-3: Llamada a Dios.
4: Estribillo: Petición.
5-7: Da cuenta de su situación angustiosa.
8: Estribillo: Petición.
9-14: Adaptación de la imagen de la viña al pueblo de Israel. Grande es en verdad el amor que ha tenido hacia su pueblo.
15-17: Petición, exponiendo la imagen de la viña.
18-19: Petición, y palabra que da el pueblo de portarse con lealtad en lo sucesivo.
20: Estribillo: Petición.
Salmo
2 Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como a un rebaño;
3 tú que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efraín, Benjamín, y Manasés.
Despierta tu poder y ven a salvarnos.
4 Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
5 Señor Dios de los Ejércitos,
¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?
6 Les diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos;
7 nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
8 Dios de los Ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
9 Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
10 le preparaste el terreno, y echó raíces
hasta llenar el país;
11 su sombra cubría las montañas,
y sus pámpanos, los cedros altísimos;
12 extendió sus sarmientos hasta el mar
y sus brotes hasta el Gran Río.
13 ¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
14 la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?
15 Dios de los Ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
16 la cepa que tu diestra plantó
y que tú hiciste vigorosa.
17 La han talado y le han prendido fuego:
con un bramido hazlos perecer.
18 Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
19 No nos alejaremos de ti;
danos vida, para que invoquemos tu nombre,
20 Señor Dios de los Ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
Palabras clave
- Desgracias: Les diste a comer llanto (6), a beber lágrimas a tragos (6), nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos (7), nuestros enemigos se burlan de nosotros (7).
- Dios: Pastor de Israel (2), tú lo guías como a un rebaño (2), Señor Dios de los Ejércitos (8.20).
- Vid: Sacaste una vid de Egipto (9), la trasplantaste ((9), le preparaste el terreno (10), echó raíces hasta llenar el país (10), su sombra cubría las montañas (11), extendió sus sarmientos hasta el mar (12), y sus brotes hasta el Gran Río (12), la cepa (16), tu diestra plantó (16).
- Salvación: resplandece (3), despierta tu poder (4), ven a salvarnos (4), restáuranos (4.8.20), que brille tu rostro y nos salve (4.8.20), vuélvete (15), mira desde el cielo (15), ven a visitar tu viña (15), que tu mano proteja 18), danos vida (19).
La luz del Nuevo Testamento
“Yo soy la luz verdadera, mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que no da fruto lo corta; los que dan fruto los limpia para que den más. Seguid conmigo que yo seguiré con vosotros. Si un sarmiento no sigue en la vid, no puede dar fruto solo; así tampoco vosotros si no estáis conmigo” (Jn 15, 1-2.4).
“Este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo” (Lc 19, 10).
“El que es testigo de estas cosas dice: Sí, voy a llegar en seguida. Amén. Ven, Señor Jesús” (Ap 22, 20).
Oración
Señor Dios, Pastor nuestro,
conoces los pecados de tu pueblo,
y las calamidades.
Caminamos con dificultad; frecuentemente desesperados.
Mira al pueblo en oración,
y sobre todo, al que es la verdadera vid,
tu Hijo Jesucristo.
Renuévanos gracias a la Sangre de Jesucristo,
danos tu amor,
e invocaremos tu nombre.